¿Nunca has querido ser un espectador en tu vida?

Pues una noche alguien lo pensó, lleno de frustraciones y confundido por acciones sin sentido se preguntó.

¿En que me estoy equivocando?

Luego de llorar silenciosamente, sintiendo que sus sucias lagrimas aclaraban un poco el color de su alma, decidió parar. Se dio cuenta de que todo estaba absolutamente callado, y sin darse cuenta una cascada de imágenes inundo su mente, de repente se dejo llevar por ellas como por la corriente, inundándose con olores sabores y experiencias, hasta que llego a un lugar inmaculadamente blanco.

Blancos estaban sus ojos cuando repentinamente su cuerpo comenzó a desdoblarse, una imagen traslucida salia del cuerpo, y se elevaba con absoluta serenidad.

Se dio cuenta de que no estaba en su cuerpo y perdió el control de sus miembros, se movían a voluntad propia contorsionando cada centímetro y haciendo sonidos secos contra la cama, mientras el alma luchaba con fuerzas para volver a su lugar se volteo con los brazos estirados y las piernas hacia el techo, pudo ver su boca abierta en un grito mudo, su frente roja con las venas marcadas y sus ojos en blanco llenos de lagrimas.

Con la punta del dedo se acerco lo mas que pudo a su cuerpo, pero este detuvo su movimiento y los dos se unieron de nuevo, el dolor de cabeza era insoportable, el pecho le dolía y se podía escuchar el corazón latir como si quisiera salirse, no podía mover su cuerpo y su respiración era agitada.

¿Le ayudo eso a responder sus preguntas?

Cuando su respiración tomo su ritmo normal, comenzó a ver todo blanco de nuevo, pero esta vez no pudo escapar del dolor, la presión de un grito le tranco la mandíbula, escuchaba sus huesos torcerse dentro de si, sentía como la sangre hacia presión en su cien, podía oler el sudor de su frente, pero todo era negro no blanco, solo hasta el final cuando alguien encendió la luz...

Pray for the souls...